jueves, 2 de octubre de 2014

Delphi.


   

     Visto que este año en Historia de la Filosofía estamos trabajando la magna Grecia, la entrada de este mes (septiembre) versará sobre Delfos y su oráculo. He escogido este tema y lugar ya que estuve en Grecia hace 4 años y Delfos me pareció un sitio con una riqueza impresionante.





 Delfos es una ciudad que se encuentra en la parte meridional de Grecia, al norte del golfo de Corinto, en la ladera del monte Parnaso. En la ladera de este monte, brotan unos manantiales de agua que forman fuentes. La fuente más famosa es la fuente de Castalia ya que según cuenta la leyenda, allí el dios Apolo tocaba la lira mientras  algunas musas  junto con las ninfas de las fuentes cantaban. 






El mito que explica el origen de Delfos relata que el dios Apolo quería construir un oráculo y el lugar idóneo fue el monte Parnaso. Una vez construido el oráculo saltó -bajo la apariencia de un delfín- a un barco cretense desde donde guió a la tripulación  hasta Delfos para que los cretenses ejercieran de sacerdotes y poder fundar el santuario. Para ello, tuvo que matar al ser que custodiaba el lugar, la serpiente Pitón, de ahí que a la “intérprete” del oráculo se la conozca como pitia o pitonisa.

Para los griegos los oráculos eran lugares sumamente importantes ya que en ellos eran concebidas las respuestas que un Dios daba a una pregunta personal generalmente con referencia al futuro. El hecho de consultar al dios era algo imprescindible para comenzar un negocio, fundar una colonia o iniciar una guerra. Por ello, el oráculo tenía un poder y una influencia enorme en el mundo helénico ya que quienes recogían las profecías eran los sacerdotes y en su mano tenían la toma de decisiones de gran transcendencia. Más de una vez se hizo pública la manipulación de alguna profecía del oráculo.

 En el oráculo de Delfos, los consultantes se reunían con las pitonisas varios días antes de la consulta al dios. Al llegar el día 7 del mes -día del nacimiento del dios Apolo- la pitia bebía agua de la fuente Castalia y se sentaba en un trípode  situado en el fondo del templo de Apolo Pitio mientras masticaba laurel. En esa zona conocida como aditon, el consultante hacía una ofrenda al dios Apolo que podía aceptar o no. Si el dios aceptaba, la pitonisa en estado de trance,  se encargaba de transmitir la respuesta del dios que era interpretada por los sacerdotes. Llegó a haber 3 pitonisas en la etapa de mayor actividad en Delfos pero fue disminuyendo hasta quedar solo una.  Además, inicialmente la pitonisa era una mujer virgen y joven pero al darse varios casos de violación se acabaron escogiendo mujeres mayores y poco atractivas como encargadas de emitir los oráculos.

Otro factor interesante que hizo que el oráculo de Delfos adquiriera tanta importancia en la Antigüedad fue el ónfalos. Esta piedra en forma de medio huevo representaba el centro del Universo. Fue hallado durante las excavaciones cerca del templo de Apolo. La leyenda cuenta que el dios Zeus mandó a dos águilas volar desde dos puntos opuestos del Universo y las águilas llegaron a encontrarse allí, en Delfos, donde empezó la creación del mundo. Al estar en Delfos el ónfalos, lo convertía en un lugar sagrado y muy importante. Fue así como este santuario se convirtió en el ombligo y centro religioso de toda Grecia.



A la derecha, una foto del estadio de Delfos, donde cada ocho años tenían lugar los juegos píticos, unos de los 4 juegos panhelénicos -junto con los de  Olimpia, los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos- que servían para conmemorar la victoria de Apolo ante la serpiente Pitón. 


                          

                                         

                                                                 Águeda Areces
                                                                                          

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