Visto que este año en Historia de la Filosofía estamos trabajando la magna Grecia, la entrada de este mes (septiembre) versará sobre Delfos y su oráculo. He escogido este tema y lugar ya que estuve en Grecia hace 4 años y Delfos me pareció un sitio con una riqueza impresionante.
Delfos es una ciudad que se encuentra en la parte meridional de Grecia, al norte del golfo de Corinto, en la ladera del monte Parnaso. En la ladera de este monte, brotan unos manantiales de agua que forman fuentes. La fuente más famosa es la fuente de Castalia ya que según cuenta la leyenda, allí el dios Apolo tocaba la lira mientras algunas musas junto con las ninfas de las fuentes cantaban.
El mito que explica el origen de Delfos relata que el dios Apolo quería construir un oráculo y el lugar idóneo fue el monte Parnaso. Una vez construido el oráculo saltó -bajo la apariencia de un delfín- a un barco cretense desde donde guió a la tripulación hasta Delfos para que los cretenses ejercieran de sacerdotes y poder fundar el santuario. Para ello, tuvo que matar al ser que custodiaba el lugar, la serpiente Pitón, de ahí que a la “intérprete” del oráculo se la conozca como pitia o pitonisa.
Para los griegos los oráculos eran lugares sumamente importantes ya que en ellos eran concebidas las respuestas que un Dios daba a una pregunta personal generalmente con referencia al futuro. El hecho de consultar al dios era algo imprescindible para comenzar un negocio, fundar una colonia o iniciar una guerra. Por ello, el oráculo tenía un poder y una influencia enorme en el mundo helénico ya que quienes recogían las profecías eran los sacerdotes y en su mano tenían la toma de decisiones de gran transcendencia. Más de una vez se hizo pública la manipulación de alguna profecía del oráculo.
Otro factor interesante que hizo que el oráculo de Delfos adquiriera tanta importancia en la Antigüedad fue el ónfalos. Esta piedra en forma de medio huevo representaba el centro del Universo. Fue hallado durante las excavaciones cerca del templo de Apolo. La leyenda cuenta que el dios Zeus mandó a dos águilas volar desde dos puntos opuestos del Universo y las águilas llegaron a encontrarse allí, en Delfos, donde empezó la creación del mundo. Al estar en Delfos el ónfalos, lo convertía en un lugar sagrado y muy importante. Fue así como este santuario se convirtió en el ombligo y centro religioso de toda Grecia.
A la derecha, una foto del estadio de Delfos, donde cada ocho años tenían lugar los juegos píticos, unos de los 4 juegos panhelénicos -junto con los de Olimpia, los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos- que servían para conmemorar la victoria de Apolo ante la serpiente Pitón.
Águeda Areces